Las calles tristes del pueblo
Lloran antiguas vivencias
Recordando viejos tiempos
De casas y calles llenas.
Pueblo vacío, sin alma,
Huérfano de mil ausencias
Qué pena me dan tus calles
De cemento, medio negras.
Pena las casa vacías
Cerradas con puertas viejas
Y los portales caídos
Y los tejados sin tejas.
Pueblo lleno de recuerdos
Qué pena me das, qué pena.
Cuando recuerdo tus calles
Bulliciosas, siempre llenas
De niños cabras, corderos
Y de rugir de carretas
De repiques de campanas
De procesiones, de fiestas
De los bailes del domingo
De los mozos que cortejan
De largas noches de invierno
Seranos y chimeneas.
Besos y amores furtivos
Chismes de mujeres viejas
Cafés de miles partidas
Vida de noches eternas.
Pueblo que sigues dormido,
Dónde están aquellas piedras
En que repiqueteaban
Incansables mayaderas,
Donde los mozos y mozas
Rimando amores y entregas
robaban besos furtivos
A la luz de las estrellas?
Pueblo de tantos amores
Qué pena me das, qué pena.
Los años locos llegaron
Sacrificando querencias
Sobre altares progreso;
Y de ilusiones, qué pena.
Tanta belleza perdida
Tanto amor, tanta inocencia,
Tanta solidaridad
Cambiada en indiferencia.
Qué pena tantos recuerdos
Del viejo pueblo, qué pena.