las personas - Habitantes en 1948

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relación nominal de la población del pueblo entre 1948 y 1955

Voy a tratar de reconstituir con la mayor exactitud posible el tejido de población de Uña en los años 43-48. Es un puro ejercicio de memoria por lo que es posible que haya errores. Lo haré “por la vela “, casa por casa, para tratar de no olvidar a nadie.

Antes de nada, una observación que me parece curiosa e interesante. En un manuscrito de actas judiciales que data de 1715, y que conservo cuidadosamente desde hace más de 50 años, consta que Uña hacía parte del señorío de la Carballeda y los habitantes de Uña se llamaban UNIQUINTANOS. No conociendo otro patronímico, doy por auténtico este y consideraré que somos UNIQUINTANOS, aunque ya no pertenezcamos a Carballeda.

Para identificar más fácilmente a cada vecino, me serviré de los sobrenombres o motes (Ramotes) de cada uno.
De antemano pido disculpas; los motes no son insultos, sino medios de identificación, que hacen parte del patrimonio cultural y de la picaresca de Uña, donde el humor y la finura ocupó siempre un lugar privilegiado, y que con el tiempo se han convertido casi en apellidos.

Forma típica de Uña : el tratamiento TI. En Uña, en lugar de decir El Tío Juan, por ejemplo o la Tía Juana, se dijo siempre Ti Juan o Ti Juana, abreviación derivada del viejo dialecto leonés de Tío y Tía.
Otro modo de identificación de uso corriente, el de la referencia al padre o a la madre : Santiago el de Ti Felipa, Ramón el de Ti Arsenia, Jacinto el de Ti Melchora, Pedro el de Ti Benino, por ejemplo.

La primera casa por la que empezaba la vela, en la calle del Chano, era Ti Pedro el Josepico, Pedro Mayo, que era el Alcalde, hermano de Ti Domingo el Pillin. Su mujer María, hermana de Miguel Carajito y de Teresa, la primera mujer de Juan el Pinche y media hermana de Andrés el Carajito y Ana María, la madre de Paco Jamonero. Tenian dos hijos, José y Bernardino, que se casaron con Maria Manuela e Isabel La Crista, respectivamente. Otro hijo, Miguel, murió en la guerra, en vísperas de casarse con Ignacia la Cachorra, y cuyo hijo póstumo es Miguel Centeno.
Ti Pedro era un empedernido jugador de Domino y aun hoy, cuando se juega un chamelo se suele decir: la blanca doble como Ti Pedro, que tenía por norma guardarse la ficha más pequeña para no pagar. Es un recuerdo simpático a este hombre, buenísima persona, que siempre se desvivió por el pueblo.

La casa siguiente era Ti Andrés el Cayetano, (Caitano), Andrés Calabozo, mi padrino. Su apodo le venía del nombre de mi abuelo Cayetano (Ti Caitano). Su mujer Ana Maria, de la familia de los Josepicos, hija de Ti Francisco Pementeiro. No tuvieron hijos.

A continuación, la casa de Cachorro, de Ti Ignacio Cachorro, que se fue a vivir más tarde a la calle de Arriba. En esa casa vivió Santiago Cachorrico, con su mujer Maria la de Parrao, con cinco hijos: Manolo, Paco, Esmeralda ( Meralina), José Miguel y Rocío

En el resto de las casas del Corralón no vivía nadie hasta que vivió Manuel Justel, Ratica, hijo de Ti Vicente el Justo y casado con Toribia la Tarasa, con tres hijos, Alfredo, Manolo y María.

En la casa siguiente, de los Ñanos, vivía Francisco Lobato, cuando venia al pueblo desde Astorga, donde era Guardia Civil y después desde Madrid. .
Quico El Ñano, hermano de Ti Eulogio, casado con Joaquina, tuvo siete hijos : Manuel, Paco, Maria, Santiago, Leonor, Domingo y Nieves, esta última murió a los 15 años más o menos. Manolo, el mayor, fue brigada de la escolta motorizada de Franco. Estuvo casado con una chica de Vigo, Matilde. Paco, veterinario, se caso en Ceuta con una niña monísima, Toñy. Tuve su visita siendo alférez en Ceuta en 1962. Santiago, Maria y Leonor han sido solteros.

En la casa de al lado vivía Ti Pedro Cesquín, El Hucha (Bocadehucha) y su mujer, Angela. Tuvieron tres hijos, Jacinto, Maria y Francisca.
En el capítulo teatro, hago referencia a Jacinto, que tuvo un gran éxito cantando en Juan José: “No cierres hoy tu ventana..” En la casa de al lado, apenas lo recuerdo vivía Aquilino..

Seguía la familia de Ti Antonio Fernández, el Sastre,. Su mujer, Ti Agustina La Molona, hermana de Ti Tomas el Molón, señora, siempre muy alegre y con sus anteojos de cristales muy gordos, con ojos negros magníficos. Sus hijos, Josefa, la madre de Ismael, que había perdido su marido Ambrosio, Máxima, Margarita, José, Tomas el Rojo y Delfín, le llamamos amistosamente El Mixto, por su casamiento con Domitila, la criada de mi Tía Francisca, hija de Ti Aurelio, de Cubo. Domitila murió bastante joven.

Seguía la casa de Francisco Jito, casado con Ti Micaela, viuda de Santiago el Chiquillo, pequeñita, madre de Maria la Colorada. María se casó con el hermano de Jito, Miguel el Juanón, con quien tuvo siete hijos, Santiago, Celestino, Isabel, Trini, Manolo, Matilde y Miguel. Recuerdo perfectamente que vendimiando, esta mujer ( maría la Colorada) se puso de parto, la trajeron al pueblo en la carreta y dio a luz en camino. Haciendo cálculos de edad, pudo ser Manolo(Gerente) el niño nacido.

Después de esta casa está el corralón donde vivían los Veteranos, Manuel, Andrés y Dionisio (Dony), huérfanos. Manuel fue soltero. Andrés ( Gordilo) se casó con María Dolores, con quien tuvo tres hijos, Indalecio, María Antonia y José Manuel Tengo un recuerdo especial de este hombre, muerto bastante joven, excelente persona, que venía cada año a segar a casa de mi padre. Dony se casó con Dolores, hija de ti Ramón, con cuatro hijos, Pepe,.Javier, María Antonia, Toribia.

Al lado vivió Jesús el Parrao (Colorao), casado en primeras nupcias con Juana Isabel la de Chapodicas, que murió muy joven.. Casado de segundas con Joaquina la de Ferruelo; dos hijas, Josefina y Juana Isabel.

Al lado vivía Ti Andrés el Barrigón, con su mujer, Teresa y su sobrina y ahijada, Teresa, hija de Ti Relos, que se casó con Angel Justo. Por razones personales quiero rendir a Angel un homenaje especial de amistad y de agradecimiento.. Hay acciones y actitudes que no se olvidan. Amigo Angel, mi mejor recuerdo!

A continuación, una casa de Ti Alonso el Rey, donde no vivía nadie y que recuerdo haberse quemado en 1955.
En la esquina vivía Fabián el Fabianico, casado con Concepcion; no tenían hijos, vivía con ellos su sobrina Concepción la de Patricio, casada hoy con Tomas El Verdes. Recuerdo muy bien el día en que Fabián se rompió una pierna en el Monte. Yo fui con mi padre a ayudar a tirar el caraputino y meter la leña, pues lo trajeron en una carreta hasta casa con la pierna rota.

La casa de Ti Manuel El Cristico con su mujer Filomena la Cachumba. Era concejal. Sus hijos, Maria , Isabel, Jacinto, Primitivo, casados respectivamente con Doroteo el Chulo, Bernardino, Jerónima ( mi prima) y María la Pelaya.

Ti Miguel Pancho, su mujer Ti Vitoria. Una sola hija Isabel, que se caso con Ramón el Negro o el REY. Tuvieron 3 hijos, Ignacio, el recordado Alcalde que tuvo la muerte trágica que todos sabemos, Agustina, también fallecida bastante joven, y Vitoria. Ti Miguel era primo de mi padre y como él, era considerado como uno de los hombres más ponderados del pueblo. Con frecuencia tenia jornaleros y era conocido por su generosidad. Recuerdo las vendimias y otras faenas del campo, cuando César el Ramayeiro, hermano de Eladio, estaba de criado en su casa y que Maria La Crista que era una muy buena moza, y su hermana, Isabel, le dieron las friegas con racimos en la vendimia.

Anécdota de esta casa. Ya casado, Ramón mató un lobo, que en el invierno, con el frío y el hambre, rondaba en las huertas y terminó por acercarse una noche hasta la misma ventana de la cocina.

En la casa de al lado vivía Ti Lorenzo El Secretario, primo también de mi padre, casado con Ti Isabel la Pincha, hermana de Juan y de Quico el Pinche. Tuvieron tres hijos, Manolo, Julián e Ignacia. Esta última fue en cierto modo adoptada por el médico, D Juan, que la educó en su casa. De hecho se le llama Ignacia la de D Juan. Yo no conocí a D. Juan, solamente recuerdo la vieja criada, Catalina, llamada también, la de D Juan.

En la próxima casa, después del Reguerón, vivía Avelino el Parrao, con su mujer Ana Maria, que murió joven. Dos hijos, Pedro y Ana Maria y una hermana de su mujer, Francisca.

A continuación, Juan el Golosina, El Ciego, que se quedó ciego en la guerra. Era un excelente mecánico. Hacían fideos para la gente del pueblo. Su mujer Evangelina, originaria de Montamarta y dos hijos José Luis y Angelines. En esta casa recuerdo, antes de ser habitada por Juan y Evangelina, a un matrimonio, Bernardo el Parrao y su señora, de quienes tengo un recuerdo vago.

En la esquina, yendo para los huertos del Escaleiro vivía Juan El Ramonica. Su mujer María y tres hijos, Josefa, casada con Vega, Isabel y Manuel (mi quinto).

Ti Antonio el Rey, casado con Rosario la Maya y con una hija, Trini la Maya que se casó con José El Padresanto, una hija Charito. Vivía con ellos una señora soltera, Agustina.

A continuación, la casa de Don Juan, el antiguo médico, donde vivía Ignacia (Madrina de mi hermano Braulio) y Catalina, la antigua criada.

Sigue Ti Antonio El Clarito, su señora, Celia. Tres hijos, Maria, casada con Antonio Chipe, Pedro, casado con Francisca, la hija de Manuel Fabianico, muerto en accidente de carretera y Teresa, soltera..

En el rincón, Angel Justel ( Cacabuey ), se le llamaba también Angel el Aniceto por el nombre de su padre, su mujer Gloria y tres hijos, Angel, Virginia, Agustín.

Al lado Ti José Mayo, Ti Mayo, su mujer Ti Ramona, sin hijos. Ti Mayo era el cocinero de bodas y fiestas.

En la casa siguiente, sola, Joaquín El Folias, casado con Francisca la Perola; tuvieron cuatro hijos, José (Jefe), Angel, Javier y una niña, Maria Teresa. Estos tres forman parte ya de la nueva generación pues son mas jóvenes que yo. Tengo un vago recuerdo de que en esa casa he conocido antes a una señora mayor que vivía sola. Con ellos vivía Ti Maria la Perola.

Desde esta casa hasta el Puente, no recuerdo ninguna familia, sino Nicesio, cuando estaba de molinero en la fábrica y Clodoveo, el guarda, que también vivió allí.

Enfrente de Antonio el Rey, o mejor de la casa de Ignacia, vivía, (hoy vive su hijo, Enrique), Pedro Martinez, Ti Pedro El Tuerto, casado con la Señora Rafaela, de origen madrileño, durante su estancia en Francia. Su hijo Enrique se ha casado con Ana maría la de Ti Toribio, con dos hijos Blanca y Enrique ( Henry). Tenía un taller de ebanistería y hacía muebles de alta calidad.

Siguiendo la calle, hacia el Puente, Ti Jacintin, padre de Agustín(el Bobo), de Avelino, Felicidad y de una hermana monja, Isabel..

Y al lado, Pillín con su suegra, Ti Florica la Calva, su mujer Josefa y su hija Ervilia. Pillín vivió más tarde enfrente de Ti Micaela la Molona, donde tuvo una tienda.
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En la calle de la Amargura, Miguel Martínez (Tiroliro ), su mujer, Dolores la Pescada, tres hijos, José, a quien debo agradecer su acogida fraternal a mi llegada a Francia, Argelina y Maria Antonia.

A continuación Ti Benigno, su mujer, Ti Maria y dos hijos, Pedro ( Mieu ) y Maria Juana, casada con Manuel Calabozo ( Fabianico ). Pedro se casó con Asunción la Gravelita, viuda de Mariano, de quien había tenido dos hijos, Antonio y Eladia.

Juan El Pinche, casado con Ti Rosa y una hija, Teresa la Pincha, nacida de su primer matrimonio con Teresa la hermana de los Carajitos .Teresa se casó con José Manuel Pinche, hijo de Jacinto el Pinche y Francisca, hija de Ti Juana la Llarga.

Ti Manuel, hermano de Miguel el Pancho, sin mote conocido, casado con Sinforosa, hermana de mi padre y mi madrina, con dos hijos Blas y Marina.
Este hombre, mi tío Manuel, murió en Vega cuando estaba enriando lino, de muerte repentina ; Recuerdo que se le trajo en la carreta hasta Uña..

Empiezo de nuevo por el Chano. Primera casa : Ti José el Catalino, su mujer Ti Maria la Perrica y sus hijos, Miguel, que vivía en Tánger y tres hermanas, Maria y Juana, casadas con Juan el Alejo y Manuel Valeriano y Catalina casada con Eloy.

Ti Juana la Falagana, viuda con siete hijos, Alfredo, José, el padre de Manolo y José María, nacidos de su segundo matrimonio con Antonia, hija de Ti Eulogio, Servando, militar, Agustín, casado en la Milla, Jacinto, emigrado a Argentina, y dos hermanas, Esperanza, casada con Ciriaco y Francisca La Cuca, soltera.
Es la familia de los Cucos.

Vecino inmediato Ti Vicente el Justo, casado con Ti Maria y con dos hijos, Felisa, que se caso con Alfredo el Cuco, el Zapatero y Manuel Ratica, así llamado por ser pequeñito, casado con Toribia la Tarasa..

Ti Maria la Golosina, muy buena señora, viuda con tres hijos, Joaquín, Jesús y Juan El Ciego y dos hijas Juana, una de las buenas mozas de la época y su hermana, Sinforosa, soltera. Joaquín, casado con Peregrina ( La pulida), Jesús, casado con Dolores, hija de Patateo y María Juana, casada con Juan Manuel, Gitanuelo, también hijo de Patatero.

Felipe Castaño, Ti Felipe el Sobao, un hombre muy alto, con una mujer también alta, Ti Josefa y tres hijos, Agustín, casado con Isabel la Coneja, María casada con Andrés Chapodicas y Rosa, casada con Domingo Martinez, Tuerto
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Bajando la calle del Chano, Ti Alonso El Sacristán, que como su mote lo indica era el Sacristán del pueblo. Era viudo y tenia cuatro hijos, Agustín, mutilado, cartero en Gijón, Dolores la Quila, Domingo el Quilo y Rosalía. Rosalía, que fue mi niñera, casada con Tomás el de Ti Adela ( Alienza) y ha tenido cuatro hijos, Tomás, Alonso, Luisa y Dolores?.

Al lado Francisco Baltasar, su mujer Josefa, sin hijos y con dos hermanas solteras Maria y Manuela; no sé si eran hermanas del uno o del otro.

En frente, Ti Domingo, llamado Ti Chiquilela, hermano de Ciriaco y de Ti Tasca, viudo con tres hijos, Elvira, Alejandro y Felipe, Felipico, así llamado por su estatura.

A continuación, Manuel el Taraso, le llamábamos Tragaduros, casado con Ti Manuela la Linda y con dos hijos, Marcelina e Isidro.

Al lado Manuel Justel, Marotico (para distinguirlo de su tío Ti Marotón, llamado como él y del que hablo más adelante), casado con Antonia la Linda, sin hijos. Ti Linda, personaje pintoresco, con sus zapatos de tacón, su rodao y su pañuelo atado encima de la cabeza.

En las eras, Andrés Pelayo, apellido Vega con su mujer Gumersinda y su hijo Manuel.

También en las eras, la casa de Ti Francisco Parrao, con tres hijas, María, Liria y Josefa y dos hijos, Andrés y Paco. Francisco Parrao, viudo de su primera mujer, Manuela, se casó con Dña Trini, maestra, enferma, hija de una antigua maestra del pueblo, Dña Carmen Carretero.
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Junto a la fuente, la vieja fuente del Chano, Ti Santiago el Barrerico, su mujer Ti Margarita. Tuvo tres hijas, Filomena, Serafina, María y un hijo, Bernardo, emigrado más tarde a Argentina.

En la esquina de las eras, el taller de Perico, del que hablo más arriba.

Bajando la calle, en la otra esquina Ti Tomás el Molón, secretario del juzgado. Tenía el estanco. Su mujer Ti Querida, Maria Antonia, y cinco hijos: Pedro, casado en Congosta (El Rodilludo), Felipe, Tomas, Rosa y Teresa.

En frente Natalia, Netalia, mujer que vivía sola, hermana de Ti Carmen la Juanota, la mujer de Quico Lazarico.

A continuación Ti Eleuterio, casado con Ti ArgelinaLa Coneja, una mujer de quien guardo el recuerdo como uno de los pares de ojos más bonitos que he conocido, negros y con una expresión extraordinaria en una cara preciosa. Dos hijos, Antonio, Conejico, casado con la hija de Ti Antolín Gutiérrez, e Isabel la Coneja, casada con Agustín Castaño..

Manuel el Malico, Barrero, casado con Francisca la Pistola, con cinco hijos, Ángel, José, Patricio, Manolo y Agustín.

Al lado Ti Pedro Verdes, su mujer Manuela la Fabianica y tres hijos Fabián, Tomas y Teresa.
Junto a Ti Verdes ha vivido José Pataterico, casado con Adoración, hija de ti Pelonia, con dos hijos, Paco y josefina.

En la casa de la esquina vivía un matrimonio sin hijos, Jacinto el Juanote y su mujer, que creo se llamaba Teresa. Los recuerdo vagamente.

En el Rincón, la casa de mi abuelo Cayetano( Ti Caitano) en que vivía Mi padre, Manuel Justel Blas ( este segundo apellido, nombre de su padre, le servía a hacerse distinguir de los otros varios Manuel Justel del pueblo), mi madre Maria La Caitana, mi Tío Antonio, soltero y mis hermanos, Braulio ( 1934-1994), Antonio, yo mismo Olegario y más tarde Manolo ( 1945-1995 ) y Cayetano. Con nosotros vivió sus últimos años mi abuelo Cayetano, que, después de hacer un primer turno andando a meses, no quiso repetir y se quedó definitivamente en casa de mi madre para terminar su vida en la que siempre fue su casa.

Su recuerdo me hace pensar en la costumbre que existía de hacer que los ancianos, después de haber dado su herencia a cada hijo, estuvieran obligados a “andar a meses”, es decir a cambiar de residencia cada mes para vivir un mes en casa de cada hijo, verdadero drama para personas acostumbradas a su casa y que frecuentemente debían soportar el hecho de suponer una carga desagradable sobretodo para las nueras en muchos casos.

El espectáculo de los ancianos, transportados en la carreta con un jergón, a veces, y cuatro trastos, era simplemente patético.

Al lado, la familia de Las Toribias, también llamadas las Carrandas, Francisco, Margarita, casados los dos con dos hermanos, Margarita y Agustín Carrileiro, pero que seguían viviendo cada cual en su casa, Rosa, Emilia e Isabel, que se casó con Manolo Secretario, y tuvieron un hijo, Julián.

Sigue la casa de Ti Avelina, La abuela, que vivía con su yerno Francisco el Cubeto, llamado también Currusco, su mujer Toribia y dos hijos, Manolo y Vicente.

Al lado, Antonio Resquito, casado con Teresa, y tres hijos, Francisco, de mote Oliveros, en recuerdo de un perro que tuvo con ese nombre, Erenia y Juanita.
Antonio Resquito tenía un telar en el que hacia sacos( Fardelas de lino) y telas. Siendo niños, íbamos a recoger los restos del lino (algodón) para meterlos en las cajas de plumas y pinturas (lápices de colores) de nuestra cartera escolar. Es uno de los instrumentos que seria interesante recuperar en museo.

En la casa siguiente vivía Ti Agustín el Resquito, hermano del anterior. Más tarde se fue a vivir con su hija Teresa, casada con Ti Antonio Casado, Ti Casao.

Al lado vivía Ti Manuel el Pupilo, casado con Ti Maria la Concha y su hija Dolores La Concha, casada con Manuel Sardina, hijo de Ti Juanito.

En la casa, situada enfrente de la MIA, Ti Ignacio El Rey, casado con Ti Maria La NEGRA, con dos hijos, Simón y Ramón. El primero se casó con Maria , hija de Ti Pedro el Querido y tuvo dos hijos Pedro e Ignacia. El segundo se casó con Isabel, la hija de Ti Miguel Pancho.

En la esquina, en frente, siempre en el Rincón, vivía Ti Antonio el Sinforosico, ( Ti Gravelito)su mujer Ti Teresa, hermana de Parrao y cinco hijos, Asunción, Eladia, Maria Antonia, Amelia y Alonso. Asunción se casó con Mariano, hermano de Esperanza y de Sofía, y quedó viuda joven con dos hijos, Antonio y Eladia, casados hoy con Ignacia y con Miguel Carrileiro. La segunda hija, Eladia se casó con José Pistolo, tuvieron un hijo, Agustín, que murió a los 20 años, de un tumor cerebral. La tercera, Maria Antonia, se casó con Bernardo, que era hijo de Ti Santiago el Barrerico. Emigrantes a Argentina, tienen una hija, llamada Luisa. La última, Amelia, Mercedes como la llamaba su padre y como sigo llamándola yo, por amistad y cariño, vive soltera.

La plazoleta, perfectamente rectangular en que vivían estas ocho familias (hoy no vive nadie) se llamaba El Rincón.

En la misma manzana, sobre el Reguerón, Ti Eloy y Ti Catalina, recuerdo la abuela, Ti Vicenta y los hijos, José María, que murió joven y Maria Manuela, casada hoy con manolo Mayo (Fuelle), actual alcalde..

Al lado vivía Ángel Manojos, casado con Tomasa la Serena. Angel murió bastante joven dejando cuatro hijas, Maria, Anita, Argelina y Otilia. Tomasa se casó en segundas nupcias con Manuel El CHIPE con quien tuvo otros tres hijos, Argimiro, Ángel y Ascensión (Sión).

Enfrente, y frente a la fuente, Ti Manuel Mayo ( Ti Gaita, para diferenciarlo del otro Manuel Mayo) su mujer Ana Maria y su hijo Paco, que hoy llamamos Jamonero, por su profesión. De esa casa guardo recuerdos imborrables, por las noches de ensayo de las comedias en las que participábamos varios niños entre ellos, Paco, Braulio, Miguel y yo mismo.

Al lado, en dirección de la Puerta la Iglesia, Ti Antonio Juanón, casado con Pilar, con una hija Inés, casada con Pedro Fernándz, Cormenas.

Sigue Ti Bernardino Taraso, casado con Ti Gloria la Servando, hija de Ti Servando, con una hija, Josefina, casada con Vicente Lobato, hijo de Ti Eulogio.

Al lado, LA Ferruela, Maria con su hija Francisca. Recuerdo haber entrado en esa casa donde sólo había una cocina y el fuego en el suelo. Francisca, guapa y buena chica, se fue a trabajar fuera y nunca he tenido noticias de ella pero creo que ha hecho su vida normalmente de lo que me alegro infinito porque se lo merecía. Según mis últimas informaciones vive en la Bañeza.

A continuación Ti Maria La Pistola, viuda, con su hijo José Pistolo, que se casó con Eladia la de Ti Gravelito, que más arriba he citado como Sinforosico.

Este nombre o mote de SINFOROSOS se refería a la familia de mi Padre desde una o dos generaciones, y lo considero como el mote oficial de mi familia, pues no conozco otro.

Sigue la casa de Ti Gato, Domingo, casado con Ti Jacoba, hermana de los Ferruelos. Ti Jacoba había tenido de un primer matrimonio un hijo, Lorenzo, muerto en la guerra, en vísperas de casarse.

Al lado Ti Toribio Calamino, su mujer Teresa, una mujer guapísima y cinco hijos, Ana Maria, Asunción, Francisca, Antonio y Jacinto. Ana Maria se casó con Enrique Tuerto, Asunción con Jacinto Hucha, Francisca con Antonio Panadero, emigrantes a Argentina con su hija Mariana. Antonio esta casado con Marcelina la de Ti Manuela la linda y Jacinto, el más joven, casado con Otilia. Con ellos vivía una señora, Milagros, hermana de Ti Toribio.

En la esquina, La casa de Ti Dogardo (Eduardo) en la que vivía este viejo con su hijo Patricio, casado con Juana la Fabianica, y una hermana soltera. Patricio ha tenido tres hijos, Francisca, Concepción y Domingo.

Un poco mas adelante, en la calle el Cura también, vivía Agustín El Finfias, casado con Maria la Justa , con dos hijos, Ángel, que murió ahogado en el río y Victorina.

Más allá, Ti Agustín el Diguito. Vivía con su hija María, casada con Bernardino Lobato, Cantarito, hermano de Toribio Calamino, con dos hijos Simona y Antonio, casados con Manuel Ramonica( mi quinto) y con Agustina, hija de Ramón, fallecida hace no muchos años. .
Recuerdo perfectamente a este hombre, Ti Agustín. Era un hombre muy chistoso, inteligente y con un humor agudísimo y ocurrente.
Al lado, la casa del Cura, donde vivía D. Isaac, quien durante la guerra supo calmar los rencores y evitar muchos desastres. Yo no lo conocí, debió morir en 1940, yo tenía dos años pero siempre he oído hablar muy bien de su actuación durante los años de la Guerra Civil.
El cura que yo conocí fue D. Francisco Rubio, originario de Sta Cristina, predicador del más puro estilo Fray Gerundio, grandilocuente y gestual. De carácter colérico, sus “cabreos” eran corrientes, tanto en la iglesia como en la escuela, donde a veces sustituía al maestro, D. Juan, enfermo. “Que te pateo…” era su frase favorita en dichos momentos. Cliente asiduo del café de Patatero y fumador empedernido de pequeños puros de la época. Personaje un tanto ambiguo y autoritario, difícil de “situar” con objetividad.
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Recuerdo una anécdota, que me encanta contar, entre D.Isaac y Ti Agustín.. Ti Agustín no blasfemaba (se decía JURAR). Un día el Sr. Cura, D Isaac, oye que Agustín jura como un carretero; extrañado, sale a la calle diciéndole: Pero, hombre, Agustín, note da vergüenza jurar de esta manera, tú que nunca lo haces ? Y Agustín le contesta : Es que se me ha caído el Chaleco del tejado. Hombre, le dice el cura, por un chaleco que se cae, no es para ponerse así ; Y Agustín contesta : Claro pero lo malo es que lo llevaba puesto. ??? Quizás el recuerdo mas preciso es el de haber ido, siendo Monaguillo, a llevarle la Extrema Unción, ceremonia publica en que el Cura, vestido con capa y estola iba a la casa del enfermo para administrarle los Sacramentos.

Enfrente del cura en la que es hoy la casa de mis grandes amigos Nena y Manolo Flores, vivía Maria la Monja, hermana de Ti Nieves la de Ti Chamarro.

A continuación, Quico Lazarico y su mujer, carmen la Juanota. No tenían hijos.
En la casa de al lado vivía Rubio, hombre solo y pobre, llamado Francisco, como el Cura que era también Francisco Rubio.

Dos casas más adelante Ti Domingo el Josepico con dos hijas, Trini, soltera con su hijo Manolo, Ana Maria su hermana, casada con Manuel Mayo y una hija monja, Antonia.

Su hermano, Ti Manuel, viudo, con sus hijos ya casados, Santiago Forquetas, Domingo el de La Cachulera, Maria Antonia la Condenida, Sofia y Esperanza.

Al lado José Taraso, casado con Teresa y con una hija Mariana.

Enfrente, en la esquina, la casita de planta baja es la de Martina. Vivía en ella Antonio El Conejo, casado con Martina La Maragata, hermana de Ti Juana, que vivía un poco más adelante.

Entre esta casa y el Reguerón no vivía nadie en las dos o tres casas que hay.

A continuación, siguiendo la calle hacia Merzuelas, Alfredo el Zapatero,( ver vida y costumbres) casado con Ti Felisa, con dos hijos, José el Cuco y Adolfo.

Sigo la calle principal, dirección Molezuelas. Tres casas más adelante, D. José Miranda, de la familia de los Calocos, el Brigada, era brigada retirado de la guardia civil (ver vida y costumbres), su mujer Paca, hermana de Martina , tenían dos hijos, Amelia, casada en Bilbao, con un hijo, Jaimito, que recuerdo venía a la escuela a veces, y Antonio, le llamábamos Bonito, Maestro, estuvo de sustituto de D Juan en la escuela del pueblo, siendo yo niño.

Sigue Ti Bernardino el Calvo, con su hija Margarita, casada con Isidro Taraso. Dos hijos, Ignacio y Pepe.

A continuación, Ti Juana la Maragata, hermana de Martina, viuda con dos hijos, Antonio, que tenia un pequeño defecto en la mirada por lo que se le llamaba Malmira, se casó en Cubo, era herrero, la fragua de Ti Zacarías, su padre, estaba en las Moralicas, Paco, el mayor, casado también en Cubo y Angelines, que se casó con Manuel el de Ti Tomasa la serena, Pichelo. Su padre que yo no conocí, se llamaba Zacarías, nombre patronímico que se les daba a todos.

Sigue Ti Hilario, viudo, vivía con su hija Felipa, y tenían con ellos a Emilio, hijo de Aurelia, que vivía en Benavente. Emilio es hijo de Ángel Moldes, sastre que vivió en Mombuey. Emilio fue uno de los primeros emigrantes a Francia en la nueva ola de emigración y ha vivido en Grenoble hasta su retiro. Su casa en Grenoble, 134, Cours Berriat fue mi primer paradero el día (07/07/63) de mi llegada a Francia. Emilio ha sido un apoyo importante para la mayor parte de los emigrantes de los años 60/70.

La casa siguiente, Ti Lorenzo el Palombo, le llamábamos simplemente Ti Palombo. ( de Su mujer, pequeñita ( él era muy alto) tenia el mote de Ti Pelaya, mote que les ha quedado a sus nietas). Ti Palombo se casó en segundas nupcias con Milagros (una chica de Peque) con quien tuvo dos hijos, Adolfo y Lorenza. Su hija, Tomasa la Serena estaba casada con Ángel Manojos, hijo de Ti Joaquín el Guizo.

Del otro lado del Reguero, vivía Baldomero, sobrino de Ti Manuel Marotón, casado con Argelina La Moldas, hija de Ti Moldes y hermana del sastre de quien acabo de hablar, Baldomero era carnicero, murió joven, tenían una pequeña tienda y cogían con frecuencia en pensión los maestros o maestras. Daba comidas y hacía los banquetes de los mozos en el momento de las quintas y de S Juan. Tuvieron tres hijos, Evelia, Ángel y Mera (Baldomera). Vivía con ellos una hermana de ti Argelina, María, la coja, pues tenía un pequeño handicap motor.

Sigue Ti Aniceto, casado con Ti Tomasa, recuerdo esta mujer, buenísima, enferma y frágil. Tuvieron cinco hijos : Francisco, que fue periodista, de quien hablo más adelante, Ángel, llamado Cacabuey, y también Aniceto, lo que confirma que los motes eran ante todo un medio de identificación fácil, Manolo, Tomas y Maruca. El quinto hijo, Agustín, no lo he conocido. Emigrante muy joven, ha vivido en EE.UU. He tenido el placer de recibir un mensaje atentísimo, señalándome su falta en el censo, de su hijo José Miguel desde Puerto Rico. Es una de mis satisfacciones: Llegar a comunicar con hijos, o hijos de hijos de Uña a miles de km.

Una anécdota graciosa de la mujer de Francisco. Cuando vivían en Barcelona, fue a visitarlos Francisco Mayo, Fuelle, que iba vendiendo cordeles. Se le llamaba Fuelle de mote, cosa que le gustaba poco, aunque en el pueblo, para él como para todos, se empleaban los motes con toda normalidad. Francisco, el Aniceto, había dicho a su mujer : hoy viene a comer un vecino del pueblo, Francisco Fuelle, sin más. Durante la comida y repetidamente, la buena señora, con la mejor intención del mundo le decía : Coma , Señor FUELLE, coma, con el consiguiente embarazo de su marido que sabia que no le gustaba que se le llamase así.
Con el humor, lleno de finura, de esta mujer, que siempre fue muy graciosa y un tanto burlona, esta anécdota ha quedado en la tradición. Y en la misma línea y por medio de la misma Gallega, quedó en la tradición El Papa de la Niña, refiriéndose a Miguel, hijo de Francisco Fuelle..

Siguiendo nuestro turno de calle, la casa siguiente estaba vacía, era de las Toribias y atravesaba desde el Rincón de mi casa.. La siguiente, en la esquina era de Bernardino el Cantarito y la alquilaba el Veterinario, D Casimiro Barrigón, que era de S. Vitero, con su mujer Remedios y cuatro hijos, Pepe, Jesús, Maruja y Carmina.

La casa siguiente era la casa del Maestro, D Juan. Casado con Dña Amelia, fueron durante largos años maestros del pueblo. Su hijo, Paco, Paquiche, fue años después (1963), médico en Uña.

En todo lo que son hoy las eras, no había casas habitadas, la única la de Ti Raposa, en la calle que va a las eras de Arriba, Joaquín, su mujer Ti Juana, con cuatro hijos, Manuel (Monin) , José, casado con María la de Joaquín golosina, Maria Juana ( casada con Juan Manuel Padresanto), y Maria Antonia, soltera, fallecida hace unos veinte años.. Manuel se casó con María Juana, huérfana, que vivía con su madre y una tía, Las Caitanas, que no tenían ningún parentesco con mi madre a pesar del nombre, en la calle de Arriba, junto a Ti Manuel Tarantolo.

De vuelta en dirección del centro, puerta la Iglesia, está la antigua Escuela de niñas, la escuela de las rapazas( que es hoy el Ayuntamiento), y al lado, separada por una Culaga, callejón estrechísimo de a penas un metro, la casa de Ti Juan El Ferruelo, casado con Ti Filomena y con cuatro hijos, Mérita (Emérita), Ángel, Joaquina ( que se caso años más tarde con El Colorao) y Bonifacio.
Ángel, que era uno de los trastos del pueblo, cuando íbamos a la escuela, tuvo un problema en la mili y volvió al pueblo donde ha hecho su vida de pastor. Le llamábamos Miñolo.

Pasando el Reguerón, arroyuelo, hoy desaparecido, que yo vi muchas veces desbordar desde las Moralicas y llenar la calle enfrente de la casa de Ti Loy (Eloy) .
la primera casa, la de Las Panaderas, dos hermanas, Teresa y Maria, parientes de Marotico.

A continuación, Felipe Curica, hijo de Ti Tomas el Cura y de su primera mujer, casado con Lorenza, con quien tuvo dos hijas, Margarita e Inés. Esta última, siendo niña, perdió el oído a causa de una meningitis.
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Un paréntesis sobre este tema. En 1942, mi hermano Antonio tuvo también meningitis. El médico de la época, D Paco, Francisco Martinez, de Santibáñez, le hizo una extracción de médula espinal sin anestesia y en nuestra propia casa. Un reto médico extraordinario, sin medios , sin luz y reteniendo a mi hermano por fuerza entre D Juan y mi primo Blas, quien por cierto no resistió y cayó mareado. Mi padre se fue a Zamora, a caballo hasta Rionegro y en autostop en un camión hasta Zamora, para obtener la primera penicilina que se empleo en la región, regresando al día siguiente con una caja de corcho en la que traía la penicilina. Mi hermano salió ileso de la enfermedad, lo que todos hemos siempre considerado como una verdadera hazaña de la parte de D Paco ..

D. Paco era un personaje de una clase extraordinaria, vivía con una criada, Isolina, su novia de juventud rechazada por su familia.
Fue sin duda uno de los personajes más interesantes de esta época y mucha gente en el pueblo, por no decir todos, lo recordamos con admiración. Tenia una moto Vespa, compró más tarde un coche, tuvo un chofer, pues no tenia carné y son célebres las aventuras de sus atollos ( atollarse es quedar atascado en el barro de un camino), de los que íbamos a sacarlo empujando.. Queda en la tradición un accidente en Vespa que tuvo con Patatero como pasajero, en el Empalme de Rionegro, en que los dos quedaron marcados aunque sin gravedad.

Sigo con el recuento : La casa siguiente, El café de Ti Juanito, Juan Martínez, llamado Ti Juanito, casado con Ti Manuela (Ti Bola) y con ocho hijos, Julio que se fue a Argentina, Aureliana, Anastasia, Clotilde, Ana Maria, Manuel (Sardina), Gregorio y Ángel.

Ti Juanito era una tienda-confitería a donde íbamos a comprar cacahuetes (cacabueys) y caramelos y en la que vendía aceite, arroz , escabeche, sardinas etc... En la planta de arriba tenia el Café. Esencialmente era el café de la juventud, los verdaderos jugadores de dominó, por ejemplo, venían mas bien a casa de Patatero o de Andrés Carajito. Recuerdo que siendo niños, uno de los juegos que teníamos era Jugar a Ti Juanito...!

Después, Ti Antonio Martínez( Tuerto), casado con Argelina y con dos hijos, Domingo y Magdalena. Con ellos vivía una hermana soltera, Maria.

Al lado, Bernardo el Barrerico, casado con Maria Antonia la Gravelita, alquilaba una casa a Ti Hilario. Tuvo una carnicería ( lo que le valió el mote de Plácido, en referencia al carnicero de Santibáñez, del mismo nombre), hasta que se fue a Argentina. Han tenido una hija, Luisa.

Dos o tres casas vacías y en la esquina de la plaza, Domingo el Parrao, casado con Ti Teresa la Parrada. Domingo y Teresa tuvieron cuatro hijos, José Maria, Jesús el Colorao, Ana Maria y Josefa.

Al lado, siguiendo hacia la calle de Arriba, José Alvarez, Josequin, casado con Esperanza, con tres hijos (uno que murió niño), Pedro( Filambres) y Maria Herminia.

En la culaga que sigue, vivía Antonio Navarro, hermano de Los Pajareiros, casado con Dolores, la Guindilla, con cinco hijos : Nieves, Emilia, Teresa, Rosa y un niño, Bernardino. Navarro era el yegüero del pueblo, es decir que cuidaba los caballos y las yeguas que salían al pasto. En varias ocasiones fue Guarda y lo recuerdo con su mochila y su escopeta. Formaban parte de las familias pobres del pueblo y andaban a jornal con frecuencia.

En esa culaga existe aún la antigua “Casa de la escuela”, que fue a principios de siglo escuela de niños, más tarde ayuntamiento, hoy dejada al abandono.

Al lado, en la esquina, vivía Aurora, una señora soltera, con una hija, Maria la Rita. Aurora era hermana de Antolin Gutiérrez. Recuerdo que siendo monaguillo, la veía todos los días, con una almohadilla bajo el brazo, con rostro de dolor. Murió bastante joven de un cáncer de Mama.

En la casa de al lado recuerdo que vivió algún tiempo José Manuel Pinche con su mujer Teresa.

En la siguiente, Juan Antonio el Pajarero y su mujer Adela, con dos hijos, Tomás ( Alienza ) y una Niña, Anita, con problema de handicap mental.

Al lado, Ti Francisco el Pementeiro, casado con Ti Teresa la Josepica y con tres hijas, Encarnación, Francisca y Ana Maria. Era carnicero y tenia fama de muy bromista.

En el corralón, un poco más arriba, vivía Nicéforo (Necifaro), casado y sin hijos.. Era tío de los hermanos Mayo, carpinteros.

A continuación, Ti Francisco ( Ti Quico) El Pinche, hermano de Juan, su mujer Antonia, hermana de ti Rosa, la mujer de Pedro Cachorro y de Ignacio Febricas con dos hijas, Maria, casada con Eulogio y Sinforosa (La Churrera), casada con José María el Parrao.

En la casa que hace esquina, vivían dos señoras sola, Teresa la Bernarda y su hermana Isabel.
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Enfrente Ti Juan Manuel el Saleiro, su mujer Ti Isabel, con dos hijas, Margarita (la Panadera) y Joaquina.

A continuación, Ti Micaela, viuda, de la familia de los Molones, con dos hijas, Socorro,(soltera con dos hijos Felipe (El Pelao) y Rosa (La Bachina)), Teresa, y dos hijos Felipe, sargento de la guardia civil y Toribio, también guardia, casado en Cubo.

La casa donde vive hoy Julián estaba vacía, en la siguiente vivía Teresa la Petisa y a continuación, Ti Domingo el Pillin, su mujer, Ti Maria la Cachumba, y su hija Filomena, que se casó con Blas, mi primo.

En la casa de la esquina, Tomas el Conejo, viudo, casado en segundas nupcias, con Amalia, con dos hijos del primer matrimonio, Martina y Antonio y tres del segundo, Pepe, Lola e Isabel. Con ellos vivía un hermano, Antonio, mudo, y que todo mundo llamaba El Mudo.

Siguiendo la calle, dirección Cubo, en la primera casa vivió algún tiempo Andrés Carajito, con Maria Antonia la Condenida. Más tarde tuvieron el café en la plaza de la Iglesia, durante años, antes de irse a Madrid y finalmente a Irún, donde yo les visité en el Bar Piquío, en mi viaje de novios, en 1965.

Al lado, Ti Jacinto el Casado (Casao), que era panadero, con su mujer, Ti Maria y una hermana , Ti Mariana. Tuvieron tres hijos, Antonio el Panadero, Ana Maria, casada con Segundino Lobato, padres de Nino) y Francisca, que se fue a Argentina y se casó con Daniel el de Ti Eulogio, hermano de Secundino.

Sigue Estanislao Lazarico, su mujer se llamaba Vicenta, con cinco hijos, Francisco (Quico), Emilio, Agustín, Teresa y Consuelo.

A continuación: Ti Pedro el Padresanto, con su mujer, ti Vitoria y dos hijos, José y Juan Manuel.

Sigue Ti Pedro El Cachorro, que era el juez, su mujer, Ti Rosa y dos hijas, Ignacia e Isabel, que se casó con Guillermo.

Al lado, su hermano, Ignacio El Cachorro, su mujer, Ti Manuela, murió ahogada en el pozo de la huerta, accidentalmente. Tuvieron cinco hijos, Santiago Cachorrico, Ubaldo, militar de carrera, ha vivido siempre en Jaca, Isabel, soltera con un niño, Pedro, Esmeralda y Natividad (Nati).

Al lado, Ti Francisco Ramalleiro, su señora, Ti Francisca, y seis hijos, Nieves, César, Ana María, Matías, Teresa ( monja) y Eladio ( Bufa). Eladio fue un personaje curioso, músico aficionado, tocaba la dulzaina( Zuzaina) y trató de crear su orquesta, de la época, con Pedro el de Simón, mi mejor amigo de infancia.

Varias casas vacías hasta llegar a Las Tarasas, Manuela, Francisca y Juana. Eran tres hermanas, que vivían juntas, los demás hermanos, fueron en total 17, creo, María, Toribia, Bernardino, Manuel, José, Francisco, Bernardino, Isidro, estaban casados y vivian cada uno en su casa. Una de las hermanas, soltera con una hija, Teresa ( que se caso con Juan Manuel Redonda). Tenían una hermana(Teresa) monja.

.Sigue, Ti Santiago El Martino, su mujer Manuela la Reina, con ocho hijos, Jesús, Dionisio, Santiago, Antonia, Rosario, Evangelina , Pepita y María.
Tenían la alquitara o Alambique, donde hacían con los restos de uvas, el Aguardiente para todo el Pueblo y para algunos de fuera. Recuerdo su casa en donde al entrar por el portal, era necesario pisar por unas tablas que ponía para no hundirse en las HIECES, restos de los racimos hervidos y comprimidos en el alambique. El color y el olor eran característicos y fuertes.

En frente, en la misma calle, la primera casa era Ti Dionisio el Rey, zapatero, casado con Francisca (La Zenona), hermana de Benigno y Joaquín Cesquín y con cuatro hijas, Josefa, Antonia, Sinforosa y Maria del Tránsito. Antonia se casó con un muchacho de Benavente, Manolo, guardia Municipal, que no quiso pagar el piso( costumbre que imponía a todo mozo forastero de invitar a la juventud del pueblo). Es el ejemplo de la dificultad de integración de un forastero, casado con una hija del pueblo, cuando no respeta las tradiciones.

Sigue la casa de Perico, Pedro Barrero, carpintero, casado con Margarita, una guapa mujer de Calzada de Tera, con seis hijos, Manolo, Gaspar, Baudilio,(quinto mío), Tomás, Ángel y María Teresa. Perico y más tarde su hijo Manolo, eran unos verdaderos artistas, con un don especial para el trabajo manual. Manolo era además de carpintero, muy buen pintor y aun se conservan algunos de los carros o carretas que él pintó. En mi casa, le encargamos un carro en el que pintó « El león agradecido », en el cañizo delantero, pintura que podía codearse con pintores de nombre.

A continuación, Ti Alonso el Rey, personaje pintoresco, con su gaita y su tamboril, cocinero de bodas y fiestas y subastador de tierras en subastas publicas.
Su expresión, tantos miles de reales y « los Píngoles », era famosa. Su mujer, Francisca ( la Cachulera) y tres hijas, Josefa, casada con Emilio Barrero, Maria Antonia, casada con Domingo y Paca, más joven, casada con Adolfo
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Al lado, Ti Antolin Gutiérrez, maestro de obras, su mujer, Manuela la Serena y una hija, Maria, que se casó con Antonio el Conejico, hijo de Ti Luterio. Su hijo, Manolo, murió muy joven.

Ti Avelino el Parrao, que vivió al lado, vivía en esta época en la casa que hace esquina al Reguerón, al lado, enfrente de la huerta del Cura. Recuerdo que en casa de Avelino vivía también una señora, hermana de Ana María, soltera, con un pequeño defecto de elocución, llamada Francisca..

En el rincón que sigue vivió Milagros, la segunda mujer de Ti Palombo, con sus dos hijos, Adolfo y Lorenza.
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En el fondo, vivía Ti Manuel Tarantolo, su mujer, Ti Francisca, hermana de los Cesquines y su única hija, Maria Antonia, que se casó con Julián El secretario.
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Al lado, las Caitanas, dos mujeres solas, Cayetana, viuda de Francisco Relos , (que yo no conocí ), padres de María Juana, la mujer de Manuel Raposa , Monín, y su hermana, María.

Saliendo del rincón, Ti Moldes, un señor mayor, sastre. Tuvo cuatro hijas, Argelina, Florinda, Cesarea, María y dos hijos, Leoncio y Angel( el sastre de Mombuey). Niños, teníamos miedo de ese hombre de quien se contaban historia raras. Tenia un defecto importante de pronunciación, que nos extrañaba y que nos asustaba. Doy las impresiones que teníamos siendo niños de 5 o 6 años. Recuerdo una anécdota original . Mi madre le encargó unos pantalones para cada uno de los tres hermanos. Este señor vino a traerlos a mi casa y antes de marchar, recuerdo que dijo a mi madre, con su tono especial, casi incomprensible :
« Y ten cuidado, los más grandes pal más grande y los más pequeños p’al más pequeño.
Durante años, hemos recordado su frase, como original y graciosa. Tenía un caballo flaco que D. Juan el Maestro nos comparaba con el Rocinante de D.Quijote...

Al lado, Ti Tomasa la Serena, con tres hijos, Maria Dolores ( casada con Andrés el veterano), Manuel, Pichelo ( casado con Angelines) y Antonia, casada con santiago el Alejo.

En el rincón que sigue, Ti Manuel el Chipe, el cabrero, su mujer Ti Rosa y tres hijos, Benigno, casado en La Milla, Manuel, que se casó con Tomasa la Serena, viuda de Ángel Manojos, con quien tuvo, ya lo he dicho, tres hijos y Antonio, Chipe , casado con María, hija de Ti Antonio el Clarito. Antonio fue uno de los últimos cordeleros de Uña. Infatigable jugador de cartas y primer cliente( por su puntualidad) en la partida de la sobremesa.

En la casa de al lado, vivia Manuel el Fabianico, casado con Maria Juana, hija de Ti Benino..

Volviendo la esquina, en la calle de Perrucho, vivía Antonio el Mayo, casado con María. La Barrerica, con dos hijos Pepe Mayo, nuestro cafetero nacional y su hermana, Margarita.

Al lado, Quica la Caloca, señora que vivía sola, hermana de José Miranda.

Más adelante, Ti Miguel el Chapodicas, su mujer, María y tres hijos, Marcelina , soltera, Andrés y Juana Isabel, que, casada con Colorao, murió joven al dar a luz.
Andrés se casó con María, hija de Ti Felipe Castaño.

Sigue Perrucho, Pedro Alvarez, casado en segundas nupcias con Sofia y con tres hijos, Santiago, Maria Antonia y Pili.

A continuación Ti jacinto el de Ti Melchora, su mujer Constancia , dos hijos, Paco y Baldomero y dos hijas, Manuela y Lucila( monja).

En frente, Ti Miguel el Justo, su mujer y seis hijos, Manuel, cartero en Benavente, Ángel, Paco, Maria, casada con Agustín Finfias, Celedonia y Amelia .

Al lado, Ti Miguel Carrileiro, y su segunda mujer, Concepción, su hija Ascensión se casó con Miguel Relos. Ti Miguel nunca trabajaba, siempre lo veíamos en el café de Patatero, jugando a las cartas con el Cura y el Brigada. Le gustaba jugar al dominó, chamelo.

A continuación Ti Manuel el Maroto, Ti Marotón, casado con Ti Maria, de la Milla, tenían tienda y tasca. Se decía que este hombre era Masón y que los maquis venían a su casa por las noches.

Seguía la casa de Ti Manuel el Carrileiro, un hombre muy ponderado y generoso. Su mujer, Juana y tres hijos, Agustín, Margarita y una soltera, Micaela. Había perdido un hijo en la guerra, Miguel.

Volviendo la esquina hacia el Río, Cesarino, casado con Josefa, con dos hijos, Francisco y José María. Una hermana de Josefa, Margarita, monja, que a penas he conocido y un hermano el P.José ( agustino en Colombia), Josefa, Margarita, José y Andrés eran hermanos de Miguel Tiroliro, casado con Ti Dolores la Pescada. Cesarino era de la familia de los fabianicos, Miguel, Manuel, Mariana, María ( la Panadera), Francisca ( la mujer de Patricio), primos de mi padre que era padrino de Cesarino.

Al lado, Andrés el Tiroliro, casado con Margarita, hija de Ti pedro el Querido. Margarita murió bastante joven. Han tenido un hijo, Andrés ( Andresico) con quien he tenido el placer de hablar por teléfono hace unos días.

A continuación, Ti Relos, Francisco Martínez, su mujer, Francisca con tres hijas, Josefa, casada con Francisco Fuelle, que, viudo, se casó con su cuñada, Marcelina. La tercera hija, Teresa, que vivió siempre con su Tío, Ti Andrés el Barrigón, se casó con Angel el Justo. Hijo, también de Ti Relos, Miguel Relos, Relicos, para diferenciarlo de su padre, casado con Ascensión, hija de Ti Miguel el Carrileiro.

Enfrente de Ti Relos, Francisco el Fuelle, su yerno, con tres hijos, Miguel, Maria, Manolo del primer matrimonio y una hija, Josefa, del segundo.
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Al lado, Matías, casado con Anastasia (Ti Nestasia) y con un hijo, Juan Manuel, Posteiro, (probablemente porque vendía postas, petardos), casado con Juanita, mi vecina, hija de Ti Antonio el Resquito. Son los padre de Matías, webmaster que nos anima con su página sobre Uña..

Matías tenia una pequeña tienda de ultramarinos. Más tarde su hijo, Juan Manuel “ Posteiro” arreglaba las bicicletas y ha terminado su carrera como mecánico en Camarzana, en el taller de Liborio, el marido de Ervilia, hija de Pillín.
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A continuación, volviendo la esquina, Ti Isabel la Ñeta (Nieta), su marido Francisco, que murió joven, dejando cuatro hijos, Manuel, Maria, Joaquín y Dionisio.
Joaquín fue uno de los primeros emigrantes de la segunda ola ( años 55/60).

Un poco más lejos, hacia las cortinas, Ti Juan el Chiquillo, casado con Ti Maria y con dos hijas, Maria y Concepción. “Decir de otros que otros dirán de nosotros”, es una frase atribuida a este hombre.

Enfrente de ti Isabel, vivía Asunción la Gravelita, casada en segundas nupcias con Pedro el de Ti Benino, de apodo Mieu (miedo) en referencia a una anécdota. Dos hijos de su primer matrimonio con Mariano, que era hijo de Ti Santiago en Simonico, Antonio y Eladia.

En la calle que viene al Pozo de Luzdivina, vivía Ti Ramón, hermano de Francisco, marido de Isabel la Neta. Se le llamaba Ramón el de Ti Arsenia, viudo de Antonia, muerta de parto y casado con María . Tuvieron cinco hijos, José Maria, Joaquín, Dolores, Arsenia y Angelita.

En la plaza, enfrente de Tomas el Conejo, Luzdivina, hija de Ti Perola, soltera con un hijo, Ángel, hijo de Manolo el Parrao. Ángel, ( mi quinto ), tras una vida un tanto azarosa, murió joven, menos de treinta años en Sebastián.

En la casa siguiente, José el Josepico, que antes vivió en la calle del Puente con su mujer, Maria Manuela y su madre, Ti Francisca, llamada la Fabianica, (hermana de Ti Miguel el Pancho). Tuvieron tres hijos, José, Alonso y Paulina. Empezaron a vivir en esa casa sobre los anos 50. Vivían antes al lado de la fragua de Ti Manuel Parrao.

En la casa que hace esquina, vivía Ti Pedro el Querido, su mujer, Ti Flora y sus hijos :Maria, Margarita, ( la mujer de Andrés el Tiroliro), Concepción, solterona y beata, Guillermo, alcalde más tarde durante varios años, y Antonio ( Queridico).
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En el rincón que sigue, Pedro el Diguito, casado con Josefa, hermana de Francisco Pillin, y con cinco hijos, Manuel, Agustina, Ana Maria , Modesto y Simona.
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Al lado, Ti Juan el Redonda, hermano de Ti maría la Golosina, su mujer, Francisca, hermana de Alonso y Juan Manuel Saleiro. Tuvieron cinco hijos, Elisea, Herminio, Juan Manuel, Josefa y Manuel Jesús.

En frente, Miguel el Zurdo, hermano de Matias, casado con Clotilde y con un hijo, Paco, que murió en edad escolar. Eramos muy buenos amigos y recuerdo que yo iba a verlo todos los días. Su muerte nos impresiono mucho a todos en la escuela.

Al lado de Miguel Zurdo, Consuelo, La Polla, soltera con una hija, Catalina

Llegamos a la plaza que llamaremos la Puerta la Pulga. Juan el Ciego, con Evangelina y dos hijos, José Luis y Angelines.

Ti Rafaela, viuda con tres hijos, Antolin, Constancia y José, llamado José Mome, todos emigrantes a Argentina en los años 50/60.

Al lado, Ti Miguel el Ferruelo, con su mujer, Ti Josefa la Curra. Esta señora tenía un lenguaje muy de Uña, verdadero dialecto leonés. Hablando de su marido: Fuéi Migel a la Buerta, y Peque tarda ¿ Siempre lo pillarié el pozo?

En la calle que va hacia la Puente el Jeijo, Benigno el Cesquin, su mujer Filomena la Barrerica, la Meneia, apodo de familia también y sus hijos, Pedro, Margarita, Bernardo, Miguel y Filomena ( Nena ), a quien, igual que a su marido Manolo Flores, El Gallego, nos une una gran amistad. Sin olvidar a sus tres hijas, Cristina, Helena y Susana.

Enfrente de Miguel Ferruelo, en la plaza, Francisca la Ñeta, viuda de Olegario, hermano de mi madre, en cuya memoria llevo su nombre, muerto en la guerra, con cuatro hijos, Francisco, Manuel( Ciruelo), Faustino, Maria.

Siguiendo la calle hacia las Cortinas, Santiago Forquetas, casado con Peregrina la Pascuala. Con ellos vivía una hermana, llamada Juana y el padre de las dos, Ti Joaquín El Guizo.

A continuación, Francisco Calabozo, Rao, su mujer Teresa, con dos hijos, Ramón y Leonides.

En frente, Ti Tasca, Francisca, llamada Ti Elvira, viuda con tres hijos, Ana Maria, casada con Manolo Aniceto, Ignacia, casada con Pedro Verdes ( Judas) y José, que siempre fue conocido como José El Tasco, casado con maría, hija de Ti Pedro .Hucha.

En el Rincón, Ti Mateo el Chulo, zapatero, un señor muy serio, con bigote y con sombrero, de origen de Molezuelas, recuerdo este hombre con gran personalidad y muy justo. Su mujer, Ti Chula, Dolores, con tres hijos, Doroteo, Rosario, una de las buenas mozas de la época, casada con Tomás el Rojo y Carmen.

En la esquina, Ti Eulogio Lobato, tenia un ganado de ovejas y recuerdo que siempre tenia un Marón, carnero reproductor, magnifico, con su cornamenta extraordinaria. Su mujer, Ti Maria la Pepa (Ti Pepica) y sus hijos, Juana, que vive en Argentina, Secundino, el padre de Nino, Vicente, casado con Josefina, hija de Bernardino el de Ti Gloria, Antonia, casada con José el Cuco,( padres de mi colega Manolo y de José María) y Daniel, emigrante a Argentina, casado con Francisca, hija de Ti Jacinto el Casao. Daniel fue, en su juventud, un personaje muy interesante. Era jatero, silbaba como nadie y corría descalzo por los rastrojos, lo que era nuestra admiración.. Ti Eulogio había perdido también un hijo en la División Azul (en Rusia), llamado Manuel..

Al lado, Domingo Vázquez Paramio, el Ferrerico, casado con Engracia la Lazarica, con dos hijas, Maria y Agustina. Personaje original, era herrero, (ferreiro), origen de su sobrenombre. Era originario de Quintanilla de Justel y uno de los raros forasteros a estar casado en Uña.

En el fondo del rincón, Ti Manuel el Pajarero, Ti Pajareiro o Ti Jéjole, su mujer Maria y sus hijos, Juan Antonio, Nieves, Manolo, Angel y Anastasio, llamado familiarmente Tasio. Era una familia pobre, todos muy ingeniosos, cordeleros, pescadores con litrón, raneros de extraordinaria calidad, todos dotados de un humor agudo y picaresco, verdaderos juglares de miles de historias.

Al lado, Tía Mariana, hermana de mi padre, viuda, su marido se llamaba Manuel, con dos hijos, Jerónima y Ramiro, con un sobrenombre curioso, Mochilas. Vivía con ellos una cuñada, soltera, Sinforosa, una mujer pequeñita, alegre y servicial tanto mis hermanos como yo considerábamos como verdadera tía. .

Al lado, Juan el Birotas, casado con Ti Maria la Pulga, con tres hijos, Celia, Teresa y Andrés. Este último, que empezaba a ser zapatero, se fue a Argentina, joven. Nunca supe qué fue de él. La casa de Birotas tenia salida por la plaza( puertas pequeñas).

En la esquina, Ti Tomas el Cura ; carnicero, viudo, se había casado de segundas con Ti Eleonor, de Tardemézar, de quien tuvo una hija, Emilia. Hijo de su primer matrimonio era Felipe Curica, el de Lorenza.

Después de la entrada de Birotas, la casa de Miguel Relos, casado con Ascensión y con dos hijas, Francisca e Isabel.

En la esquina de la calle, Miguel Fabianico, su mujer Francisca la Taquita con cuatro hijos, Miguel, Antonio, que murió ahogado en el Pozo del Pedrón (lo encontraron con una navaja clavada en la sien), Juan Manuel ( Nel) y Encarnación, ésta ultima con un problema de handicap mental. Recuerdo haber conocido otra niña cuyo nombre no recuerdo.

Enfrente, Ti Febricas, Ignacio, su mujer Carmen y dos hijas, Maria e Isabel. Ignacio Febras era un asiduo del Incarnatus, tradición que consistía en cantar en solo y a capella el versículo del Credo,” Et incarnatus est de Spiritu Sancto...” en las misas solemnes. Otros habituales del Incarnatus, Domingo Vázquez, Ti Mateo el Chulo, Tomás El Rojo y más tarde y con menos calidad, Jesús El Colorao.

Enfrente de la Panera, Ti Cesárea y su marido Santiago El de Ti Felipa, con dos hijas, Argelina y Maria.

Al lado Ti Maria la Pelonia, viuda con sus hijas, Pilar, que se casó con Victoriano el Adide, Maria, casada con Antolin (hermano de Victoriano), Adoración, que se casó con José Pataterico y un hijo, pedro Verdes, Judas, casado con Ignacia la Tasca..

Enfrente, Ti Generala, viuda, que vivía con su sobrina Juana la Lazarica, esta última,casada con Avelino el Jacintin (Avelino Cuernos). De quien tuvo una hija María Isabel, casada hoy con José María El Guindilla ( mi quinto ).

Al lado de Ti Pelonia, Juan el Chamarro, su mujer, Nieves y dos hijos, Manuel,( Manolica ) y Francisco, El Alemán, así llamado por ser especialmente rubio, casi Albino. Creo no haber olvidado a nadie de la calle de Arriba hasta la Iglesia.

Empiezo de nuevo por Las Cortinas y el Puente Nuevo. Frente a Las Cortinas, Ciriaco, casado con Esperanza la Cuca y con una hija, Ernestina. Ciriaco era hermano de Ti Francisca la Elvira

En la calle del Puente, Maceo, Agustín que vivía en una casa pequeñita con su mujer, Maria ? y sus hijos, Gregorio, Agustín. Tengo un vago recuerdo de dos hijas, Teresa y Carmina. A la muerte de sus padres, los hijos se marcharon del pueblo, desconociendo su paradero

Subiendo la calle, Ti Manuel el Parrao, herrero, casado con Ti Maria y con seis hijos, Manuel, Ricardo, Asunción, Santiago, Hermelinda y Petra. Familia que emigró a Argentina, donde el padre había vivido a principios de siglo, en la primera ola de emigración.

Sigue la casa de José Josepico, que he citado en la calle de arriba, en su casa nueva. Antes vivían aqui. Era la casa de la abuela, Ti Francisca, que llamaba a su nieto Alonso, Diabro. Tres hijos, José, Alonso y Paulina, nacida algo serbenda??

Seguía, después de la puerta de Pajareiro, Alonso El Saleiro, su mujer Margarita, hija de Ti Juanito y sus hijos, Ángel, Margarita y una niña, Manolita.

Al lado, Ti Vitoria La Concha, que vivía con José El Cuco, su yerno, que, viudo, se casó con Antonia la de Ti Logio con la que tuvo dos hijos, José Maria y Manolo, mi excelente colega, que me ha completado un buen número de informaciones y de nombres. Gracias, Manolo!.

En frente, en la calle que va a la Amargura, vivía Eulogio y su madre, María.. Eulogio se casó con María, hija de Quico el Pinche y tuvieron dos hijos, Paco y Estanislao ( Tanis ), propietario actualmente de uno de los bares del pueblo.

En la otra calle, hacia el Puente, al lado de Ti Jacintin vivía Pillin, Francisco, con su mujer, Josefa, su suegra, Ti Flora y su hija, Ervilia. Pillin era un personaje pintoresco, muy comerciante y gran jugador de cartas y sobretodo de Domino. Vivió, años más tarde, enfrente de Ti Micaela la Molona.

Volviendo a la calle central, Ti Santiago Tarteras, tío de Ángel Manojos y de Pelegrina.

Al lado, Francisco Patatero, que tenia el café y era al mismo tiempo sastre Su mujer, Encarnación y sus hijos, Dolores, Juan Manuel y José.

En la casa que hace esquina, enfrente, vivió D. José El Cura, sacerdote retirado, que tenia con él una sobrina, Josefa. Al lado, su hermana, Ti Juana la Llarga. Toda la manzana de casas era de la misma familia, Los Pinches. Ti Llarga tuvo cuatro hijos, José Maria, militar, la criada del cura, Josefa, una hermana monja, Joaquina y Francisca que yo a penas conocí, casada con Francisco el Pinche, padres de José Manuel Pinche, suegro de Mayo y padre de Mª Teresa y Jacinto, casado hoy con Trini la de Juanón.

Al lado de Patatero, Antonia la Ramonica, viuda de Julián el Pinche, que vivía sola.

Al lado, Juan Manuel Birotas, casado con Isabel la de Ti Aniceto, ( La Tortola), con tres hijos, Manolo, Enrique y Maria, monja misionera.

En frente, lo que hoy es el café de Mayo, era un taller de sierra y carpintería de los dos hermanos Mayo, Manuel y Antonio.

Al lado, Ti Antonio El Casao, Casado, su mujer, Teresa la Resquita, dos hijos, Antonio y Maria Juana. Con ellos vivía Ti Agustín el Resquito, padre de Teresa.
María Juana es mi quinta, la más exacta, pues nacimos en el mismo día. Su hermano, Antonio, es el primer vecino, acompañado de Doroteo el Chulo, que encontré en Grenoble , el primer día que llegué a Francia, un domingo siete de julio de 1963. no lo olvidaré nunca.

En la esquina de enfrente vivía Ti Flora, una señora mayor, de la familia de Chapodicas.

En la puerta de la Iglesia, vivía Joaquín el Cesquin. Hacía parte de la primera ola de emigración a Francia, tenia bigote, lo que le quedó como mote y que no le gustaba nada. Era uno de los personajes curiosos del pueblo y frecuentemente era objeto de bromas que aceptaba difícilmente. Tenia tienda de tejidos. Su mujer, Dolores, y sus hijos, Maria, Josefina y Pablo. Tengo en memoria numerosas anécdotas y chascarrillos sobre este hombre, que no menciono, por no querer quizás herir susceptibilidades.

Finalmente, y terminaré aquí mi recuento, el café de la Molona, Maria Antonia, casada con Miguel Carajito. Este matrimonio se estableció en Zamora, con dos hijos, Pepe y Patrocinio. Más tarde, el café fue explotado, durante años por su hermano Andrés y Maria Antonia La Condenida, que tuvieron tres hijos, Isaías, José Miguel y una Niña, con un problema de enfermedad de piel, incurable al parecer.

En la casita al lado, que es propiedad de Carrileiro, vivieron sucesivamente varios médicos, D Hilario, D Paco, de Muelas, D Rafael, y mucho más tarde el veterinario, D Secundino, con sus dos hijos, Cundi y Conchita, mi gran amiga de juventud.

Teniendo en cuenta el margen de error de memoria, podemos estimar que la población de Uña era, en esa época, de mas o menos, 850 a 900 habitantes.

La casa de la esquina era la de Ti Gregorio el Chapodas. Tenía un pequeño tejado de abrigo al exterior, que llamábamos El Portalico Ti Gregorio y que era el lugar de reunión de los mozos por las noches.

He tratado de reconstituir la población del pueblo entre los años 40 y 50. He citado muchos hijos en las familias, más bien jóvenes, nacidos ya en los años 60 y algunos más tarde a fin de completar la información, ya que a veces, no es fácil identificar con claridad las familias, sobretodo para los más jóvenes, precisamente, que pudieran estar interesados por la lectura de estos datos

El objetivo de todo esto ha sido, reconstituir la población y hacer un censo lo más exacto posible de los habitantes del pueblo, al mismo tiempo que rendir un caluroso homenaje a todas estas personas, quizás un poco olvidadas hoy, pero que forjaron la vida de nuestro pueblo y de las que guardo en general un magnífico recuerdo por haberlas conocido en mi infancia. He suprimido ciertas alusiones de detalle, aunque sea en detrimento de la verdadera información, con objeto de evitar susceptibilidades y reacciones negativas, en general fruto de la incomprensión..
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A partir de los años 55, empezó la emigración masiva, y con ella el cambio radical de la vida del pueblo. Viendo las posibilidades que existían fuera, la mayor parte de los jóvenes empezaron a salir en busca de un empleo.

Económicamente, las condiciones de vida han cambiado, afortunadamente, para todos. Lo que podemos quizá deplorar es que los habitantes del pueblo se hayan alejado un poco más unos de otros, involuntariamente, a causa del alejamiento físico.
Sin embargo, con el tiempo se ha vuelto a reencontrar una relación sencilla y amistosa y lo que es francamente agradable, se nota una interesante unión entre la nueva generación, que no vivió los años duros de la Posguerra. Espero, con este pequeño trabajo, contribuir a que dicha unión se acentúe un poco más, a partir del momento en que conoceremos a nuestros abuelos un poco mejor y quizá los jóvenes descubran parentescos que ignoran..

Uña sigue siendo un pueblo donde persiste la cordialidad entre vecinos, aunque en la vida diaria se note menos. Basta, sin embargo, observar la reacción de todos si de pronto un vecino tiene un problema. A título personal he tenido varios ejemplos que me lo han probado.

A lo largo de las líneas que preceden he tratado de privilegiar la descripción histórica de los hechos más que la perfección literaria del relato. Mi primera preocupación es la veracidad y los detalles de aquella época tratando de hacer que no la olvidemos, más que la belleza o la pureza del lenguaje ni de la retórica.
Sobretodo que en principio, lo que he escrito no tenía vocación de ser publicado, estando más bien destinado, como otras muchas páginas de borrones, a lo que siempre he llamado consumo propio.

Me encantaría que este trabajo pudiera animar a cada joven a buscar sus raíces familiares y a reconstituir, lo más lejos posible, el árbol genealógico de cada uno y la procedencia de cada familia. A medida que se avanza en la vida, se siente más la necesidad de conocer a sus abuelos!!! En un momento de la historia en que no sabemos muy bien a dónde vamos, es necesario y reconfortante saber de dónde venimos y no olvidarlo.

Hoy, después de haberme decidido a publicar estas líneas, empujado a hacerlo, y lo digo con gran satisfacción, por mi gran amigo Manolo Flores, siento un enorme placer por haber recibido un montón de mensajes de jóvenes de Uña.

En esta época en que la comunicación con la juventud es, al parecer, difícil, he encontrado el medio de que los jóvenes se me acerquen por la red, siendo para mí un premio más que suficiente por las horas pasadas a realizar este trabajo. Es posible que en él encontremos errores. Será para mí un placer rectificarlos si alguien me los señala. Gracias de antemano.