Poemas

02

Campanario

Asceta de eternidades
Eterno mirar al cielo
Llanto de vientos y lluvias
Ritmos de soles de fuego

Musgo pegado a tus piedras
Como pensares obscenos
Qué bella lección nos cantas
Impávido y altanero.

Siglos de guardia perenne
Entre veranos e inviernos,
Es la voz de tus campanas
Pregón de tus sentimientos

Y tu quietud, la conciencia
Del callado cementerio
Que entre tus pies y tu sombra
Rima la muerte en silencio

Llorando viejos romances
De viejos amores muertos
Y entre pedruscos y hierbas
Siembra jardín de recuerdos

De divinas primaveras
De inolvidables inviernos
De perfumados otoños
Y de veranos de fuego

Que alimentaron amores
Olvidados en el tiempo.
Asceta de eternidades,
Vigilante justiciero,

Deja volar tus campanas
Lanzando gritos al cielo,
Deja que cante a las nubes
El gallo de tu veleto,

Deja revivir amores
entre portales y huertos
Deja que las juventudes
Vuelvan a amarse en silencio

Deja que la primavera
Vuelva a vestirse de cielo
Que brille el sol en la sombra
Haz que el verano sea eterno

Viejo asceta, eleva el grito
Grita el nombre de mi pueblo
haz cantar a tus campanas
La eternidad del recuerdo.

Y que su voz nos anuncie
Que el amor sigue viviendo
Y si los hombres se han ido
Buscando vida y progreso

Que sigue viva la vida
En medio de tu silencio
Y que en las fiestas, veranos
Vuelven a cantar ligeros

Sembrando sobre tus calles
Canciones y amores nuevos
Nuevas melodías blancas
De mocedades y sueños

Entre futuros soñados
De juventudes de acero
Y realidades vividas
Con perfumes de recuerdos

Sembrados hace mil años
En tus calles, por tus viejos
Que se han ido poco a poco
Pero que siguen eternos

Por sus andanzas vividas
En cada esquina del pueblo
Por sus historias contadas
Por la gracia de sus cuentos

Formidables aventuras
Leyendas de viejos tiempos
Que seguimos recordando
En gloria a nuestros abuelos
Porque en su memoria vive
La imagen de nuestro pueblo.