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Cántiga al rio Regato

Desde las tierras de Cubo
arrastras tímido y lento
aguas de libre albedrío
recogidas tierra adentro.

Recorriendo Santa Olaya,
Los Trechos, Pozo Gapito
Las Suergas. vienes trazando
Tu surco sobre la arena
Que el agua se va llevando.

Al pasar la Puente El Jeijo
Y entrar en el Emplantío
Tu cauce empieza a medrar
Ya vas pareciendo un río.

El Pozo Trasdelatabla
Tu cumbre de paroxismo
Hace que engorde tu panza
Con proporciones de abismo.

Tu profundidad enorme
Para mi mente de niño
Te convierte de repente
En verdadero gran Río.

En el invierno una enllena
Te muestra recio y bravío
Y llegas hasta la fábrica
Y hasta los huertos vecinos.

Cuando furioso te chocas
Con los pilares del puente
Haciendo mil remolinos
De caprichosa corriente
Es admirable tu genio
Rojo de tu sangre ardiente.

Pero no dura tu furia
Cólera de invierno frío.
El primer rayo de sol
Diluye tu desafío
Y se evapora tu fuerza
Antes que llegue el estío.

Viejo amigo, cuántas veces
Cogido a la barandilla
Del puente, mis ojos niños
Han escrutado tu orilla
Y han soñado para ti
Otros cauces y otra vida.

Y cuando llega el verano
Cuando se secan tus aguas
Cuando tu lecho secano
Se llena de polvo y pajas

Cuando pasan los ganados
Las ovejas y las vacas
Cuando pasan las carretas
Cuando hasta los niños pasan
Lloro tus aires de invierno
Y tus aguas coloradas.

Quiero que el invierno vuelva
Quiero que vuelvan riadas
Del Puente, al Pozo Tarteras
Desde Pragueso a la Llama,

Verte entrar en Los Espinos
Entre ajuncales y zarzas
Arrullando con el viento
Pardos musos y espadañas
.
Quiero que al ponerse el sol
Vuelvan a cantar las ranas.
El pozo del Cormenal
Y sus campanicas de agua

Han grabado en mi memoria
La imagen de gotas blancas
Donde entre espino y salguera
bebe recuerdos el alma.

Viejo río que has marcado
Los recuerdos de mi infancia
Donde nadaban los hombres
Y las mujeres lavaban
Sábanas, trapos, camisas
Y las tripas de las yadas,

Porqué has dejado morir
Tu bello cauce de plata,
Porqué has dejado secar
los ajuncos y espadañas,
porqué ya no hay manzanicas
porqué sólo quedan zarzas

Son los hombres que han secado
tu lecho y mis esperanzas
engordando tus orillas
con tierras amontonadas
que han segado los ajuncos
los musos, las espadañas

las manzanicas de río
y hasta han matado las ranas,
música de atardeceres
entre la hierba y el agua.

Viejo río, si algún día
Puedes surgir de tu nada
Vuelve a arrastrar una enllena
Aunque ya no esté la fábrica
Vuelve a cavar bajo el puente
Remolinos con tus aguas

Vuelve a florecer de ajuncos
de musos y de espadañas
Véngate de tu destino
De los hombres, de las máquinas.

Recupera tu camino
Vuelve a pisar tus andadas
Vuelve a correr orgulloso
De las Suergas a la Llama,

Vuelve a llenar la barriga
Del pozo Trasdelatabla
Que con mis ojos de niño
De encima el puente admiraba

Sigue de nuevo tu curso
Hasta las Salinas Bajas
Sigue cavando tu orilla
Entre salgueras y zarzas

Vuelve a tirarte al Pedrón
Las Regateras pasadas
Arrastrando los maderos
Y las raíces quemadas
De los fresnos que los rayos
Y las chispas abrasaran.

Vuelve a morir en el Tera
En tierras de Camarzana
Que en mi recuerdo de niño
eran tierras muy lejanas.

Quiero guardar el recuerdo
De tu grandeza pasada
De tus enllenas de miedo
De tus aguas coloradas.
Y sobre tu cauce seco
Seguir soñando nostalgias.